A insistencia de Lalo,
traté de leer un cuasi-manual acerca de cómo lidiar con el diagnóstico de una
enfermedad terminal. Pensó que me podría ser de utilidad. Traté, pero tengo
aversión por cualquier cosa aún vagamente sugerente de sabiduría perogrullesca,
así que nunca lo terminé de leer; aún así, en la contraportada del libro, sí
encontré algo que resonó en mi interior de alguna manera; decía, “La vida, para
todos, es un padecimiento terminal”. Pues sí, ¿pero cómo encontrar un consuelo
en eso?
Ya han pasado cinco meses completos y no parezco poder reponerme de su muerte. Sé que se supone que el plazo oficial del duelo normal es de seis meses, pero estoy lejos de lograrlo.
Lalo fue la tónica de mi vida…Cuando nació me convertí en una persona verdadera porque en ese momento adquirí una identidad verdadera: era una madre. Antes de eso, fui hija, sobrina, nieta y esposa de otros; pero ahora, mi lugar oficial en el mundo era el de ser madre.
Como hijo único durante
casi seis años, él fue el estuche de principiantes para nuestra pequeña familia
y recibía toda la atención, tanto positiva como negativa, pero superó la
tormenta aunque, cuando nació Susana, me preocupé un poco de que no
sobreviviera el choque de ya no ser el sine qua non. Decidí convertir el
nacimiento en un suceso dedicado a él. Su padre y yo hicimos que entregaran un
caballete, pinturas, pinceles y papel a la puerta de la casa unas cuantas horas
antes de nuestra llegada desde el hospital. La tarjeta del regalo leía, “para
Lalo de su hermanita nueva”, y por mucho tiempo después se refirió a ella como
“la nueva”. Al igual que con la relación entre su padre y sus propios hermanos,
mi sueño de que este hermano y hermana se quisieran profundamente se convirtió
en una realidad, gracias a Dios. También sé la magnitud del dolor que Susana
está sintiendo ante su muerte, aunque realmente no puedo imaginarme la
profundidad del mismo ya que fui hija única y nunca tuve que sufrir una pérdida
tan terrible como la de un hermano. Por lo menos puedo estar con ella en la
devastación que sé está experimentando.
La letra de una canción
dice----Hacia una puerta que se cierra, una puerta marcada Nunca Más, que antes no se
encontraba allí-----eso parece aplicarse a nuestra situación.
Patricia Bari Frew
No comments:
Post a Comment