Mar 15, 2012

Oigo ruidos.
Pequeñas alteraciones
que significan nada,
o todo.
Chasquidos, crujidos.
Sonidos normales
que he escuchado antes,
o no.
Ahora que has muerto,
temo la presencia
de tu fantasma.
La sola idea de ti,
vagando por los pasillos,
me vuelve loca de miedo.
Hasta que me doy cuenta,
con mi mente de loquera,
que lo que me atemoriza no es nada
más que el cumplimiento del deseo
de verte otra vez.
Susana Olivares Bari, septiembre, 2012

No comments:

Post a Comment